MARÍA, TRONO DE LA SABIDURÍA.
Hemos oído decir muchas veces que a Jesús lo encontraremos siempre en los brazos de María. Y hemos entendido estas palabras como la invitación a acudir a María, para que ella nos lleve hacia Cristo y nos muestre a Cristo como se los mostró a los pastores de belén. Y es verdad. Porque nadie como María y José y los demás personajes de la infancia de Jesús estuvieron tan cerca de él. Pero vamos a descubrir el secreto de esta cercanía, de esta familiaridad, que sólo es dada a los sencillos de corazón y a los pobres de espíritu. Jesús, que es la sabiduría infinita de el Padre, no ha sido revelado a los sabios según el mundo, sino a los que han sabido ser humildes y recibir el reino de Dios como los niños.